Harry Styles está en un proceso complicado de su vida. Lo conocimos reinando en el mundo del pop, liderando una de las boybands más rentables de la historia de la música. Y después, nos mostró su alma es rockera y setentosa con dos discos geniales como solista. A este punto, parece que su peak es insuperable, pero ‘Harry’s House’, su tercer álbum de estudio, llegó para decirnos que esta no solo es su casa, es su mundo, y nosotros vivimos en él.

Cuesta creer que aún existan personas, que solo ven a Styles como uno de los niñitos de One Direction, y que por esa razón tan vaga, vivan en negación de lo importante que es (y será) este muchacho a la generación que representa; su primer disco, el homónimo del 2017, parecía reflejar la rebeldía que muchos quizá esperábamos y nadie se volvió loco por ello. Hasta dos años después, que sería la locura total con ‘Fine Line’, trabajo que sin ninguna duda, es de lo más rescatable del 2019. Una joya de otra época, que deleita a seguidores y haters (por más que lo nieguen). 

Sus trabajos previos mostraban a un artista que no tenía miedo de arriesgarse, pero que aún podía conseguir un gancho que le hiciera ganar esta batalla con un KO.

La transición de ser parte de una boyband a convertirse en una estrella (aparentemente) de rock, no siempre es fructífero, de hecho, un caso real y medianamente exitoso, es el de Robbie Williams. Por lo general, las carreras en solitario de estos teen idols, terminamos deseando que no haya existido, especialmente cuando estos deciden desligarse del pop.

Y es así como Harry nos muestra su casa

Harry llega a su tercer disco en solitario como superestrella, y aunque ya lo era desde adolescente, el nivel de reconocimiento que presenta actualmente, es sin precedentes.

La primera impresión de ‘Harry’s House’, es que no tiene ningún featuring, es decir, tendremos margen para entender perfectamente el concepto del álbum sin distracciones, y esto es algo que se hizo por esa misma razón. Harry Styles sabe lo que hace y quiere que todos estemos al tanto de ello. 

El álbum en sí, se aleja de las pretensiones que sentimos en las dos primeras entregas y desde el primer track, “Music For a Sushi Restaurant”, podemos sentir ese good-feeling que nos dejó entrever el single (ya legendario), “As It Was”.

‘Harry’s House’ combina el sonido nostálgico con mega producciones mainstream

No es rock, no es glam, no es soul. Es una oda total a sonidos nostálgicos y honestos, que van generando bienestar y un sentimiento similar al que nos da la tranquilidad de estar, precisamente, en nuestras casas. Es extraño de explicar, pero una vez que lo escuchamos, se entiende a la perfección. ‘Harry’s House’ es un disco de synth-pop, que se mezcla con lo que le da la gana y sigue sonando brutal. 

Es un álbum que está lleno de ideas que parecen querer traspasar las fronteras de lo que podría ser la música pop, abandonando los grandes coros por una producción detallada y una estética vibrante. Sin embargo, el “problema” en ‘Harry’s House’, es que por momentos, parece un disco “seguro” y carente de riesgos, como si Styles todavía estuviera tratando de encontrar su propia voz, de manera cuidadosa y genial a la vez. 

Así nos parezca un disco sobrio o un disco arriesgado, por no seguir incursionando en géneros desconocidos para Harry Styles, lo cierto es que ‘Harry’s House’ es un disco que lo podremos disfrutar desde cualquier festival del mundo, hasta en una cafeteria mientras leemos las noticias. Gracias a esta versatilidad, podemos medir su genialidad.

TRACKLIST:
01. Music For a Sushi Restaurant
02. Late Night Talking
03. Grapejuice
04. As It Was
05. Daylight
06. Little Freak
07. Matilda
08. Cinema
09. Daydreaming
10. Keep Driving
11. Satellite
12. Boyfriends
13. Love Of My Life

Escucha ‘Harry’s House’ vía Spotify y déjanos tus comentarios.

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